Viajar barato

Estamos en crisis, y eso se nota incluso a la hora de contratar paquetes de vacaciones. Las ofertas de última hora, que siempre han tenido una gran cantidad de aficionados, ahora se han convertido casi en algo imprescindible si se quiere salir fuera a descansar.

 El número de viajes y vuelos que la gente compra se ha reducido a uno niveles tan sumamente mínimos, que solo los agentes de viajes más potentes pueden mantener abiertas sus oficinas, e incluso alguno de ellos está limitando su número para evitar que la crisis acabe con sus empresas.

 La gente está volviendo a costumbres que se creían olvidadas. La gente vuelve al pueblo cuando tiene vacaciones. Es la única forma que tienen muchos para salir de la rutina y descansar, de salir de la ciudad y tener unos días de reposo. No hay más remedio, hay que viajar barato.

 Y eso los que tienen suerte de tener pueblo, porque hay quienes se han criado en al ciudad desde hace generaciones y se tienen que conformar como mucho con acudir a la piscina municipal para quitarse el calor del verano, o ahorrar todo el año para poder irse una semana a algún sitio que no sea muy caro para desconectar. Algunos incluso se conforman con pasar una sola noche fuera, por lo menos para decir que han salido de viaje.

 Sí, la crisis está causando estragos, incluso en la forma de ver las vacaciones. Si antes se buscaba poder viajar barato, ahora es una obligación.